La Estética del Submundo
1976 – 1980
La Estética del submundo
La ciudad tiene mil caras. Las mil caras tienen cien mil gestos. Pero las realidades básicas son las mismas: la incertidumbre, la penuria, el dolor, la huidiza alegría. Los pobres de la ciudad tienen tatuada la inseguridad en sus ojos; pero en esas pupilas brilla también un instantáneo rayo de esperanza.
La ciudad es un mundo que despierta cada día, siempre el mismo, siempre cambiante. En cada amanecer hay rostros que no estaban ayer. Los desplazados, los que huyen de una violencia más atroz, van apareciendo en las esquinas. Mañana venderán minuta.
Pasado mañana cargarán bultos. Al día siguiente pondrán su tenducho misceláneo bajo el sol, colocarán sus canastas multicolores junto a las aguas turbias que corren hacia los tragantes. Toda esa realidad abigarrada e inmóvil, tensa y fluyente, clama en silencio por el color que la defina, por la palabra que la perpetúe. Por eso, hay pintores jóvenes que caminan por las calles, impregnándose del colorido inquietante de lo humano.
Manuel Fuentes es uno de esos pintores. Pintor de la pobreza de San Salvador, recoge en óleos de naturalismo impresionante, las imágenes recurrentes del anonimato y de la marginación. Sus cuadros son retratos hablados. Sus colores son tristes y hermosos, como la vida. El artista ha comenzado su ruta por el rumbo más noble: el del dolor solidario.
Le agradecemos al artista no sólo su maestría en marcha, sino también su preocupación por rescatar algunos de los borrosos destinos de nuestros hermanos.
David Escobar Galindo.
Poeta y Escritor, 1985.